Algunos muebles traen su historia familiar prendidos en su madera, historias contadas y traspasadas de generación en generación, algunas personas como Silvia los rescantan de las nieblas del tiempo y les dan la oportunidad de volver a vivir una nueva primavera. Este es el caso de la mesa de costura que perteneció a su abuela, a su madre y a ella de pequeña.
La mesa llegó con un contact puesto sobre su tapa.....
Cuando se quitó comenzó a aparecer su antigua y estupenda marquetería, escondida durante años pero preservada de daños gracias al uso del contact. Hubo que lijar la mesita con mucha dedicación tratando de no quitar la pátina natural que otorgan los años pasados. "Lavar" un mueble no es restaurarlo, es de alguna manera borrar su antiguedad.....
Luego se lo lustró a la goma laca, no se usan barnices ni pinturas poliuretánicas, laca es lo que va con este tipo de muebles, se terminó con una buena mano de cera que termina de sellar los poros y fijar el lustre.
La marquetería deliciosa y en forma de rombo surgió nuevamente a la vida, ahora el mueble respira.
sus bronces fueron dejados con su pátina original para darle más autenticidad.
El lustre resalta la fabulosa veta de la pinotea, bellísima la mesita de Silvia, tal vez siga su historia en la familia, conectando el pasado con el presente y el futuro.
